En estos días 53 países se reúnen en Viena para hablar sobre un asunto que cada año quita la vida a 200.000 personas. Me refiero al consumo de drogas. Un negocio que genera millones de euros a costa de la vulnerabilidad de los seres humanos. Unas cifras aterradoras que invitan a la reflexión, a pensar y meditar sobre los programas de prevención, tratamiento y rehabilitación. Resulta inadmisible cómo las drogas roban infancias, destruyen familias y anulan historias aún por escribir. Pero de nada sirve anclarse en el dato y mirar hacia otra parte. La filosofía ha de convertirse en teoría, y ésta en hechos. Hemos de actuar, y cuanto antes. Señores políticos: aprueben normas que endurezcan este tipo de hechos, cambien la ley, sean intransigentes con la gente
que gana con la desgracia del prójimo. Porque es ahí, en el negocio, donde está el germen. Da igual si es coca, éxtasis o LSD. Es nuestro deber ayudar y aportar. Intentar erradicar esta lacra que un día puede llamar a nuestra puerta. Seamos conscientes, empáticos, eduquemos en valores y tengamos compromiso social.—
David Cifuentes Galicia.
Fuente: Elpais.com